Limpiar la campana extractora puede parecer una tarea desalentadora, especialmente cuando se trata de quitar la grasa acumulada. Sin embargo, con los métodos adecuados y un poco de paciencia, es posible devolverle a este electrodoméstico su brillo original. Muchas personas subestiman la importancia de mantener la campana extractora limpia. No solo ayuda a mejorar la eficiencia del aparato, sino que también contribuye a un ambiente de cocina más saludable. A continuación, se presentan varios consejos y técnicas para que puedas limpiar tu campana extractora de manera efectiva y sin esfuerzo excesivo.
Conoce tu campana extractora
Antes de sumergirte en el proceso de limpieza, es fundamental entender cómo funciona tu campana extractora. Existen diferentes tipos en el mercado, incluyendo las de recirculación y las de evacuación. Las campanas de recirculación utilizan filtros de carbón para purificar el aire y devolverlo a la cocina, mientras que las de evacuación expulsan el aire al exterior. Esta distinción afectará la forma en que debes proceder a la limpieza. Además, las campanas están hechas de distintos materiales, como acero inoxidable o aluminio, lo que puede influir en los productos de limpieza que debes utilizar.
Una vez que tengas claro el tipo de campana que posees, revisa el manual del fabricante. Ahí encontrarás instrucciones específicas de cuidado y mantenimiento que te ayudarán a prolongar la vida útil del electrodoméstico. Asegúrate de desconectar la campana extractora de la corriente eléctrica antes de comenzar cualquier tarea de limpieza para evitar accidentes.
Preparación para el proceso de limpieza
Antes de comenzar a limpiar, reúne todos los materiales necesarios. Necesitarás un detergente suave, agua caliente, esponjas suaves o paños de microfibra, un cepillo de dientes viejo y, en algunos casos, vinagre blanco o bicarbonato de sodio. Estos ingredientes son clave para combatir la grasa sin dañar la superficie del electrodoméstico.
Es recomendable realizar la limpieza de la campana extractora de manera regular. Idealmente, deberías limpiar la campana al menos una vez al mes. De esta forma, evitarás que la grasa se acumule en exceso y se vuelva más difícil de eliminar. Comenzar con una pequeña sesión de limpieza puede parecer un esfuerzo menor y hará que el mantenimiento sea más llevadero.
Una vez que tengas todo listado, utiliza un paño húmedo para eliminar el polvo y las partículas sueltas. Esto te permitirá tener un área más limpia para trabajar y facilitará la eliminación de la grasa.
Limpiar los filtros de la campana
Uno de los pasos más importantes en el proceso de limpieza es atender los filtros. La mayoría de las campanas extractoras están equipadas con filtros de grasa que atrapan las partículas de grasa y suciedad del aire cocinado. La acumulación excesiva en estos filtros puede afectar negativamente la eficiencia del aparato.
Para limpiar los filtros de grasa, retíralos con cuidado según las instrucciones del fabricante. Llena un fregadero o un recipiente grande con agua caliente y añade un poco de detergente suave. Sumerge los filtros en la solución y déjalos en remojo durante unos minutos. Después, utiliza un cepillo de dientes viejo para frotar suavemente, prestando atención a las áreas donde la grasa se ha acumulado más. Enjuaga los filtros con agua caliente y déjalos secar completamente antes de volver a instalarlos.
Si tus filtros son de carbón, es necesario cambiarlos regularmente, ya que no se pueden limpiar efectivamente. Consulta el manual para saber con qué frecuencia debes llevar a cabo esta tarea.
Limpiar la superficie exterior
Una vez que los filtros estén limpios o reemplazados, es hora de abordar la superficie exterior de la campana extractora. Utiliza una solución de agua y vinagre para limpiar el acero inoxidable o el aluminio. Rocía la solución sobre la superficie y frota suavemente con un paño de microfibra. El vinagre es un desengrasante natural que ayudará a eliminar las manchas más persistentes.
Es importante limpiar en la dirección del grano del acero inoxidable si ese es el material de tu campana, ya que hacerlo te permitirá evitar dejar marcas o rayas. Una vez que hayas limpiado toda la superficie, utiliza otro paño seco para dar un acabado brillante. Esto no solo mejorará la apariencia de tu campana, sino que también ayudará a protegerla de la acumulación futura de grasa.
Si te enfrentas a manchas particularmente difíciles, como residuos pegajosos, el bicarbonato de sodio puede ser tu mejor aliado. Mezcla bicarbonato con un poco de agua para crear una pasta gruesa, aplícala en las áreas afectadas y deja actuar durante unos minutos antes de limpiar con un paño húmedo.
La limpieza regular de la campana extractora es esencial para mantener la calidad del aire en tus espacios. Además, esta sencilla tarea puede alargar la vida del electrodoméstico y asegurar que continúe funcionando de manera eficiente a lo largo del tiempo.
Recuerda, invertir algo de tiempo en su mantenimiento es un pequeño precio a pagar por disfrutar de una cocina más limpia y saludable. Con estos consejos, podrás afrontar la limpieza de tu campana extractora sin sentirte abrumado, logrando así resultados óptimos con esfuerzo mínimo.







